Itinerario Anual 2026.

Nuestro trabajo para el 2026 se organiza en tres Ejes —Clínica de Infancias y Adolescencias, Clínica de Adultos y Supervisión, que estructuran el recorrido del año. Cada uno ofrece una perspectiva específica sobre el malestar contemporáneo y la práctica clínica, articulando estudio, caso y conversación en torno a la singularidad del sujeto.

Clínica Adultos

Este Eje aborda la clínica adulta a partir del cruce entre imagen, realidad psíquica y cuerpo, tres dimensiones que estructuran los malestares contemporáneos. Se examina cómo lo imaginario participa en la formación del yo, en los ideales y en los síntomas actuales, y cómo el análisis transforma la realidad al modificar su arquitectura simbólico–imaginaria, abriendo un margen de libertad más allá de la adaptación. El trabajo con la anorexia permite pensarlo desde el cuerpo: su historia, su estatuto clínico y su articulación con los discursos, siguiendo el recorrido de Freud y Lacan. El Eje articula teoría y caso para ofrecer una orientación clínica sensible y rigurosa frente a los modos actuales del sufrimiento adulto.

Clínica Infancias y Adolesncencias

Este Eje aborda las infancias y adolescencias como momentos en los que la irrupción puberal, la reorganización pulsional y los duelos por la infancia colocan al cuerpo en el centro del malestar. Cuando la simbolización falla, ese exceso puede expresarse en autolesiones, trastornos alimentarios o pasajes al acto, modalidades que buscan tramitar lo que no encuentra palabra y que obligan a repensar el cuerpo en sus dimensiones erógenas, imaginarias y simbólicas. Las subjetividades actuales, atravesadas por la hipermodernidad y la saturación digital, aceleran los tiempos, fragilizan los lazos y reorganizan la mirada y la voz, introduciendo formas de sufrimiento inéditas en la clínica con niñxs y adolescentes. Este Eje articula teoría y práctica para distinguir lo infantil de la infancia y pensar cómo los discursos contemporáneos moldean la experiencia subjetiva. Su propósito es ofrecer herramientas clínicas sensibles y éticas que permitan abrir espacios de palabra y creación en un mundo que tiende a clausurarlos.

Supervisión

Este espacio de supervisión trabaja las distintas formas en que el malestar se presenta en la práctica cotidiana, articulando la lectura del caso con la posición del analista frente a niñxs, adolescentes y adultos. Cada etapa vital implica modos propios de simbolización, de regulación del afecto y de relación con el cuerpo y la palabra; por eso, la supervisión busca situar el punto en que una intervención abre o clausura un proceso. En un tiempo marcado por la aceleración, la saturación digital y la fragilización de los lazos, supervisar es afinar la escucha, precisar el lugar del analista y sostener la pregunta por aquello que en cada sujeto insiste. Este Espacio ofrece un acompañamiento ético y riguroso que permite pensar el caso, la transferencia y las condiciones reales de la práctica, propiciando intervenciones sensibles y orientadas por la singularidad de cada análisis.